Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Finubar el navegante por Eric Polak

Finubar en Warhammer Age of Reckoning

Finubar el Navegante es el undécimo y actual Rey Fénix de los Altos Elfos, sucediendo a Bel-Hathor el Prudente y reinando desde el año 2163 CI hasta la actualidad.

Características[]

Finubar se describe como alto, atlético, de aspecto poderoso, de cara estrecha, y mirada penetrante. Tiene un aire que recuerda a los comerciantes o capitanes de Lothern, pero además con un aire de mando, autoridad y enérgica vitalidad. Su mente despierta e inteligencia le permite desenvolverse el la Corte del Fénix con una rapidez y habilidad que ninguno de sus coetáneos puede igualar. El monarca se caracteriza por tener la mirada de alguien "cuyos ojos siempre buscaban el próximo horizonte", con ojos verdes que combinan con las miles de gemas engastadas dentro de la Puerta Esmeralda de Lothern. Su cabello rubio es casi tan pálido como las capas de sus guardaespaldas Leones Blancos.

Suele vestir con ropa muy lujosa y formal, sutilmente sombría, pero siendo la más refinada de Ulthuan. Se le ha visto con un atuendo que aparenta ser un ropón sencillo de seda de Catai, pero que al estudiarlo detenidamente resulta estar tejido en una trama de sutil complejidad. Habitualmente en combate viste una armadura dorada finamente trabajada, pero además se le ha visto llevando una armadura de escamas de dragón escarlata y una capa reluciente de niebla y sombra.

El undécimo Rey Fénix empuña una espada única de metal estelar, cuya hoja curvada recuerda a los estilos de ciertas culturas humanas y es dorada como la última luz del atardecer. La espada había sido un regalo de uno de los potentados costeros de Ind, una tierra de especias exóticas y rituales extraños. Finubar había salvado la vida de la hija del rey y había recibido esta maravillosa espada como muestra de gratitud. Ningún herrero entrenado en la Forja de Vaul ha podido desentrañar los misterios de su creación, pero el gran poder de la magia que hay en la espada está fuera de toda duda. Cuando Finubar pronuncia una palabra de poder específica, una luz ardiente brota de la espada dorada. Durante una batalla contra una hidra, apuñaló la hoja en una de sus bocas, activando la magia de su espada para llenar el cráneo del monstruo con un fuego dorado, que brotó de sus ojos antes de que la cabeza explotara en un torbellino de sangre y huesos hirvientes.

Historia[]

Puerto Elfo por DavidNash

Juventud[]

Finubar nació en el seno de una familia noble principesca del reino élfico de Eataine. Se dice que fueron muchas las familias nobles Asur que trabajaron durante más de mil años para tener un Rey Fénix originario de Lothern, mucho tiempo antes de que Finubar naciera. Por lo tanto, Finubar fue educado y preparado para algún día poder optar a ocupar el Trono del Fénix. Desde su juventud demostró tener un gran espíritu aventurero y ojo para el comercio, y terminó por comandar la flota de su familia. Se convirtió en una de las personas más importantes y famosas de Lothern.

No tardó en destacarse lo suficiente como para ser invitado a la corte del Rey Fénix Bel-Hathor el Prudente, quien restringió el contacto con humanos, llegando a prohibir que pusieran un solo pie en Ulthuan. Bel-Hathor veia a los humanos como una amenaza, pues los ataques de humanos a su reino se intensificaron más que nunca, y no supo ver las posibilidades que traería un comercio activo con ellos. Sin embargo, accedió a que Finubar regresase al Viejo Mundo para conocer a los nuevos soberanos del Viejo Mundo.

Finubar navegó hasta L'Anguille en Bretonia y desde allí luego pasó cincuenta años deambulando por el continente. A causa de la antigua disputa con los Enanos, hacía mucho que un Alto Elfo no visitaba el Viejo Mundo. Se sintió a la vez impresionado y aterrado por lo que allí vio. Los reinos humanos eran enormes, abundantes y muy poblados. Los humanos mostraban una gran inventiva en sus obras de ingeniería y en su erudición. Finubar había esperado encontrar chozas de barro y salvajes primitivos, pero en lugar de eso encontró grandes ciudades rodeadas de muros y ejércitos disciplinados, capaces de doblegar a los Pieles Verdes y de mantener la paz en franjas enormes de territorio. Comprobó que los humanos eran numerosos y cada vez lo eran más, y que solo era cuestión de tiempo que eclipsaran a las razas más antiguas. Además, quedó fascinado por su tosca vitalidad y su cultura exuberante, su energía y su codicia. Rápidamente decidió que sería mejor para los Elfos tener a esas gentes como aliados que como enemigos.

En sus viajes también llegó al reino élfico de Athel Loren. De nuevo, se vio impresionado y conmovido por lo que encontró allí. Los Elfos de la vieja provincia fronteriza habían seguido un camino muy diferente del de los Altos Elfos, ya que se habían hecho uno con el bosque que era su hogar y eran tan diferentes de los Altos Elfos de Ulthuan como los Elfos Oscuros de Naggaroth. Poco después pasaron a ser conocidos por los Elfos de Ulthuan como los Elfos Silvanos. Aunque los Elfos de Athel Loren no fueron poco amistosos con Finubar, los intentos de acercamientos ulteriores resultaron imposibles y los embajadores enviados regresaban a Ulthuan y contaban que les habían tratado con indiferencia en el mejor de los casos y, en algunos otros, incluso con una clara hostilidad.

Estrecho de Lothern por John Blanche

Cuando Finubar regresó finalmente a Ulthuan fue recibido como un gran héroe. El Rey Fénix escuchó el informe elaborado por Finubar y revocó su edicto anterior en el que denegaba a los humanos del Viejo Mundo el acceso a Ulthuan. A petición de Finubar se abrió la ciudad de Lothern a los mercaderes humanos y se les proporcionaron navegantes élficos para guiar a sus flotas a través de los accesos de Ulthuan. Ante tal invitación, los humanos que sentían inclinaciones marineras no tardaron en alcanzar la isla continente para ver por sí mismos sus maravillas. En poco tiempo, se agolpaban barcos procedentes del Imperio, Bretonia, Marienburgo y otros muchos que querían visitar la ciudad élfica.

De esta forma empezó un segundo período de gran crecimiento para Lothern. El Príncipe Finubar observó cómo su ciudad natal se convertía en el puerto comercial más grande del mundo y aquello le hizo feliz. Los humanos quedaron asombrados por la gracia y majestuosidad de la civilización élfica y quedaron agradablemente complacidos con el comercio que allí efectuaban. Los Altos Elfos se mostraron encantados de tener poderosos aliados en el Viejo Mundo.

Bel-Hathor murió pacíficamente a una edad avanzada y Finubar fue elegido su sucesor.

Reinado del Navegante[]

Emblema Warhammer Total War Intervención Altos Elfos

Blasón del Reino de Eataine.

Tras la experiencia inestimable obtenida durante su estancia en el Viejo Mundo, Finubar de Lothern parecía el príncipe mejor indicado para entender esta nueva era. Por temperamento y experiencia, estaba preparado para tratar con la raza humana y, como nativo de Lothern, había crecido con el conocimiento de la importancia que tenía el comercio y una actitud tolerante y cosmopolita del mundo. De acuerdo a los deseos de Bel-Hathor, el concilio eligió a Finubar como Rey Fénix.

Unos pocos miembros del consejo estaban descontentos con el nombramiento. Tal vez creyesen que esa sucesión rompía con la tradición, pero es más probable que sus sentimientos surgieran de la envidia. Los actos de Finubar no ayudaron a acabar con esas preocupaciones, ya que no le importó dejar los asuntos cotidianos del gobierno en manos de sus cortesanos de mayor confianza desde el primer día. De hecho, durante los primeros años de su reinado parecía un visitante en su propio reino, ya que pasaba largas temporadas recorriendo el mundo.

Los rivales de Finubar extendieron rumores en su ausencia, con vistas a reclamar el Trono del Fénix que se les había negado. Esas lenguas viperinas fueron acalladas súbitamente cuando la Reina Eterna Alarielle llegó sin previo aviso a una asamblea del consejo regente. En pie ante el Trono del Fénix, clavó su mirada en cada miembro del consejo y, con voz gélida, les recordó a los príncipes a quién le debían lealtad. Desde ese momento, cesaron las críticas al gobierno de Finubar.

Con el paso de los años, los viajes de Finubar se hicieron más esporádicos, aunque nadie sabía decir si su ansia de viajar se apaciguaba, o si sencillamente ya había encontrado lo que buscaba. Bajo su liderazgo, se inauguró una nueva política de comercio y exploración. Los rápidos buques élficos llegaron a lugares tan distantes como Catai y Nippón en busca de artículos para comerciar. Riquezas incalculables nunca vistas inundaron Lothern.

La Crisis de N'Kari[]

La primera crisis que sufrió el reinado de Finubar tuvo lugar en el décimo año de su mandato, cuando tuvo que afrontar los eventos del retorno del Gran Demonio N'Kari, quien pretendía destruir el Linaje de Aenarion y estaba atacando por toda Ulthuan. Finubar reunió a asesores y expertos en la Corte del Fénix para hacer frente a la crisis, entre los que se destacaron la Dama Malene, el Archimago Eltharik, la Archimaga Belthania, el Capitán de los Leones Blancos Khorien Espadón de Hierro y el príncipe Iltharis.

Tras movilizar flotas y ejércitos, la crisis terminó en el mismísimo Templo de Asuryan, donde N'Kari pereció gracias a la valentía y las acciones de los jóvenes gemelos Tyrion y Teclis.

La Invasión de los Elfos Oscuros[]

Portada Libro de ejército Elfos Oscuros 7ª edición por Paul Dainton

En el año 138º del reinado de Finubar, tuvo lugar la Gran Guerra del Caos y pareció como si los Poderes Ruinosos hubieran regresado para reclamar la tierra. Una invasión enorme de Elfos Oscuros surgió de Naggaroth y el propio Rey Brujo regresó a Ulthuan. Con gran ferocidad, los Druchii arrasaron los reinos septentrionales. Los bosques de Avelorn y Cracia ardieron, y la Reina Eterna se perdió entre la destrucción, pero el Príncipe Tyrion la salvó de los asesinos de los Elfos Oscuros. Aislados de toda ayuda por los Elfos Oscuros, Tyrion y Alarielle se adentraron en Avelorn refugiándose donde podían. A medida que Ulthuan se sumía en la anarquía, grandes héroes se alzaban en defensa de su tierra. Teclis, hermano de Tyrion y primero de los Señores del Conocimiento de Hoeth, forja su espada y abandona la Torre Blanca, emprendiendo la ardua búsqueda de su hermano y destruyendo a quienes se interponían en su camino con su magia. Imrik, último de su noble linaje de Caledor, lideró a los caballeros de su dominio en defensa de los Dragones durmientes ante los crueles filos de los Elfos Oscuros. Al este Moranion, Señor de Athel Tamarha, invocó el poder de los monolitos fronterizos de sus tierras y creó tormentas mágicas que lanzaron los navíos de los Elfos Oscuros y los Norses contra las rocas de las Islas Cambiantes. Pero los Elfos Oscuros eran numerosos y los impulsaba un odio ancestral. Uno por uno, los ejércitos de Altos Elfos eran derrotados y sus héroes asesinados o capturados. El mismo Finubar quedó atrapado en Lothern, en la ciudadela sitiada por un ejército de incontables capas negras. A medida que pasaba el año, los Altos Elfos se veían obligados a librar una guerra de guerrillas en su propio territorio.

Durante dos años, las legiones Druchii camparon a sus anchas y sin a penas oposición por Ulthuan, saqueando y matando a placer. Solo en Lothern y la Torre Blanca los Elfos Oscuros fueron contenidos en su avance. Finubar comandaba personalmente la defensa de Lothern, pero permanecía rodeado y aislado del resto de las fuerzas de los Altos Elfos. Asediados, los defensores desesperados resistieron rogando a los dioses por su salvación. Al Rey Brujo no le importaban esos bastiones, pero se vanagloriaba en la destrucción y en la matanza, y sin piedad aplastaba a todos los ejércitos que se le interponían. La única mácula en el triunfo de Malekith era saber que la Reina Eterna seguía viva y libre, al haber eludido de algún modo a todos sus perseguidores.

Altos Elfos Portada 7ª Edición por Paul Dainton

Durante un tiempo pareció como si la Reina Eterna Alarielle se hubiera perdido y el reino con ella. Fue entonces cuando dos héroes poderosos, los hermanos gemelos Tyrion y Teclis, surgieron para rescatar el reino y repeler la invasión. Tras la Batalla de la Llanura Finuval y la derrota del Rey Brujo, la guerra dio por fin un vuelco. Tras la batalla, Tyrion condujo al ejército hacia el Sur para liberar a Lothern del asedio. Las noticias de su llegada dieron nuevas fuerzas a los Altos Elfos. El alto guerrero, que contaba con el favor de la Reina Eterna, y su gemelo mago eran temidos por el enemigo. El ejército Asur atacó a las tropas que asediaban Lothern y masacró hasta el último de sus adversarios. El Rey Fénix partió de Lothern con su guardia para salir a su encuentro. Atrapado entre el yunque y el martillo, el ejército oscuro fue aplastado. Bajo las murallas de Lothern, Tyrion y Teclis fueron recibidos por el propio Finubar.

Dos días más tarde, se había trazado un plan para expulsar a todos los Elfos Oscuros de las tierras de Ulthuan. Tyrion llevaría un ejército Asur hasta Saphery para liberar la Torre de Hoeth. Entretanto, el Rey Fénix se dirigiría hacia el Norte para enfrentarse directamente al grueso de la fuerza de Elfos Oscuros. Desde Caledor llegó la noticia de que los dragones habían despertado. La guerra no había acabado, pero los Altos Elfos tenían la victoria al alcance de la mano. Gracias al esfuerzo de los extraordinarios gemelos, los Elfos Oscuros fueron expulsados de Ulthuan y el reino fue salvado de la destrucción total.

La Tormenta del Caos en el Viejo Mundo[]

Barco Manann

Cuando los ejércitos de los Altos Elfos se preparaban para oponer en marcha la etapa final de su campaña contra los restos de los Elfos Oscuros, un barco que a penas podía mantenerse a flote entró en el puerto de Lothern. Su capitán era Pieter Lazlo, embajador personal de Magnus el Piadoso. Traía noticias de las calamidades sufridas en el Viejo Mundo. Los ejércitos del Caos habían arrasado Kislev y amenazaban con arrasar todas las tierras de los humanos en el continente. Magnus dirigía la resistencia del Imperio y, puesto que necesitaba ayuda desesperadamente, había enviado a buscarla entre los Altos Elfos. Estos, que a penas podían prescindir de un solo guerrero, decidieron ayudarles porque sabían que, si la humanidad caía bajo las fuerzas del Caos en el Viejo Mundo, a continuación prestarían su ayuda a los Elfos Oscuros.

Teclis se ofreció para comandar a un reducido número de voluntarios que acudirían para auxiliar a los humanos, mientras las fuerzas principales de los Asur terminaban de combatir a los Druchii. Con Teclis fueron dos de sus viejos camaradas de la Torre de Hoeth que decidieron acompañarle; Yrtle y Finreir. Más tarde acudirían como refuerzo la hechicera Aurelion y el príncipe Khalanos.

Tras una batalla larga y terrible, Magnus el Piadoso consiguió repeler a la horda del Caos de las Puertas de Kislev. Teclis fue crucial en esa victoria pues además de usar su magia contra las fuerzas del Caos, tuteló a varios hechiceros humanos que lucharon junto a él. Esta cauta, y a menudo frágil, alianza contra las fuerzas de la destrucción será invocada de nuevo muchas veces en los años venideros. Al año siguiente, Teclis fundaría los Colegios de la Magia en Altdorf, dejando un legado que aún hoy perdura en el Viejo Mundo.

El Reinado de Finubar en los Tiempos Recientes[]

Portada Altos Elfos 8ª edición por Paul Dainton

Desde entonces, el mundo se ha vuelto más siniestro para los Altos Elfos. A pesar de la protección mágica que se levantó durante el reinado de Bel-Hathor, las incursiones nórdicas se han vuelto cada vez más numerosas. Una horda de Goblins bajo el mando de Grom el Panzudo de la Montaña Nublada saqueó el este de Ulthuan. Los incursores Elfos Oscuros han cometido innumerables actos de piratería. La promesa de una nueva edad dorada ha desaparecido y los Elfos y sus nuevos aliados han tomado las armas una vez más.

Para los Elfos, el presente representa una época que promete la renovación y la destrucción a la vez. Sus viejos enemigos se han hecho más fuertes y, como contrapartida, ellos se han debilitado. Ulthuan todavía puede reunir la flota más poderosa del mundo conocido y sus ejércitos siguen siendo temidos por sus enemigos, pero los Altos Elfos son la sombra de su pasada gloria. Muchos habitantes de Ulthuan creen que los grandiosos días de los Elfos han pasado.

A pesar de todo, cada año presenta nuevas oportunidades de obtener gloria y luchar contra el mal. Todavía quedan poderosos héroes élficos, guerreros valientes y magos dispuestos a alzarse contra los Poderes Ruinosos; y los grandes dragones, aunque escasos, se están volviendo cada vez más inquietos de su largo sueño. En el Norte, el Rey Brujo marcha a la guerra una vez más y la Espada de Khaine ronda los sueños de los guerreros cantando a sus almas desesperadas historias de gloria prohibida. Pese a estar mermados y agotados, los Altos Elfos todavía tienen un gran papel que representar en el mundo antes de que llegue el último acto del largo drama que llevan representando durante siglos.

Familia[]

Finubar pertenece a una de las familias nobles principescas más grandes y poderosas de Ulthuan, siendo enormemente rica y con la flota más grande que pueda reunir cualquier familia Asur. Mientras que es la más importante de Eataine, con grandes apoyos especialmente entre los nobles de Lothern, en el resto de reinos élficos se la mira con cierto desdén, pues aunque puedan remontar sus orígenes a los tiempos de la fundación de los reinos, no es ni mucho menos de las más prestigiosas.

Finubar tiene tres hijos que se sepa. Su primogénito es Yrellian y tiene un hermano menor de nombre desconocido, ambos hijos de una mujer desconocida que se presume es su consorte. Además, como es tradición desde el principio de la historia de los Reyes Fénix, tuvo una hija con la Reina Eterna Alarielle, la Niña Eterna Aliathra.

El Fin de los Tiempos[]

Fin trans
El trasfondo de esta sección o artículo se basa en la campaña de El Fin de los Tiempos, que ha sustituido la línea argumental de La Tormenta del Caos.

(En construcción, disculpen las molestias).

Finubar fue asesinado en su torre por Malekith tras un largo periodo de reclusión al principio del Fin de los Tiempos, en algún momento entre el 2519 y el 2522 CI. A su muerte se desató una terrible guerra civil entre los partidarios de Imrik de Caledor y Tyrion, tras la que acabaría por imponerse el Rey Brujo al frente de la facción de Caledor como "Rey de la Eternidad".

Además, se reveló que en realidad Aliathra es hija de Tyrion, y al utilizar Mannfred y Arkhan su sangre para resucitar a Nagash, el Gran Nigromante quedó afectado por la Maldición de Aenarion.

Curiosidades[]

  • Aunque no puede explicar cómo, Finubar es capaz de ver cuándo los elfos son importantes. Por ejemplo, puede saber si un elfo es del Linaje de Aenarion y qué fuerza tiene. Dice que es uno de los dones de ser Rey Fénix. Él lo sabe, o más bien lo sabe la parte de él que fue tocada por la Llama de Asuryan, y se digna comunicarle su conocimiento. Sin embargo, incluso antes de ascender al trono, cuando Finubar era capitán de los barcos de su padre, podía saber cuándo una tormenta sería mala o si el viento estaba a punto de cambiar repentinamente.
  • Cuando Tyrion a los 16 años conoció a Finubar, el joven notó cómo algo parecía mirar desde detrás de los ojos del Rey Fénix. No era algo hostil, no le deseaba ningún mal, incluso se preocupaba por su bienestar de una manera muy distante, pero no era algo como él. Era una entidad de una especie completamente diferente. Pudo notar que Finubar no era del todo mortal.
  • Cuando Teclis a los 16 años conoció a Finubar, pudo sentir y ver la llama de Asuryan en su interior. Estaba disimulada, profundamente escondida pero allí estaba. Todo el cuerpo de Finubar estaba saturado de una energía mágica muy peculiar. No estaba seguro de qué había hecho la magia de la Llama Sagrada por Finubar. Fue, por supuesto, una medida de la bendición del dios, pero parecía improbable que hubiera podido imprimirse tanta energía en él con ese solo objetivo.
  • En Dreadfleet se nos habla de dos hijos de Finubar. El primogénito es Yrellian, que heredó la pasión por el mar de su padre. Es el capitán del Dragón Marino, uno de los barcos del bando aliado de Dreadfleet, que está de exilio autoimpuesto hasta recuperar el cadáver de su hermano menor, devorado por una Sierpe de Sangre.
  • Tiene una hija, la princesa Aliathra, atrapada por Mannfred von Carstein en una emboscada a Enanos y Elfos a las afueras de Karaz-a-Karak, mientras la princesa volvía a Ulthuan tras firmar una alianza con los Enanos. Esta emboscada provocó que el Rey Fénix Finubar creyera que está muerta y se produjeran disputas con los Enanos, ya que la princesa estaba bajo la protección diplomática de estos.
  • Muchas de las casas nobles de Eataine son aliadas de la Casa de Finubar. Una de las más cercanas y poderosas es la Casa de Mar Esmeralda.
  • Más de una vez, Finubar le ha dicho a Tyrion que no se incline ante él, a lo que Tyrion, de buen humor, nunca escucha.
  • Es sabido que Finubar disfruta apostando oro en partidas de Ajedrez Asur con sus guardaespaldas Leones Blancos, perdiendo muchas veces.
  • El color elegido por Finubar para los uniformes de sus tropas y guardias es el azul marino.
  • De entre todos los Reyes Fénix, el reinado de Finubar es de momento el tercero más corto con 357 años hasta la actualidad.

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (7ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (8ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Elfos Oscuros (8ª Edición).
  • Ejércitos Warhammer: Condes Vampiro (8ª Edición).
  • Dreadfleet.
  • End Times I - Nagash.
  • End Times III - Khaine.
  • Novela: La Sangre de Aenarion por William King. Cap. 16, 24.
  • Novela: Sons of Ellyrion, por Graham McNeill. Cap. 5.
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