Wiki La Biblioteca del Viejo Mundo
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Carga de un Príncipe Dragón

En tiempos remotos, los nobles guerreros de Caledor se dirigían a la batalla a lomos de enormes Dragones. Eran muy pocos los enemigos que podían resistir su carga, pues el dragón se encargaba de incinerar a los que conseguían escapar de las lanzas de sus jinetes. Esos días ya han pasado y, ahora, esas grandes bestias rara vez son despertadas de su sueño. En su lugar, los Príncipes Dragón perpetúan su tradición bélica ancestral luchando a lomos de rápidos corceles élficos en lugar de dragones.

Descripción[]

La mayoría de los Príncipes Dragón ya no montan Dragones, pero todas las piezas que componen su indumentaria son un recuerdo de los jinetes de dragón del glorioso pasado. Antaño Caledor era el reino supremo de todos los reinos élficos, y Ulthuan estaba dominada por las valientes gestas y el buen gobierno de los Príncipes Dragón de Caledor. En la actualidad, aunque el orgullo de Caledor sigue brillando, su poder se ha desvanecido; la línea de sangre real se ha desvanecido y los dragones han reducido su tamaño y número, y pasan siglos en un sueño profundo del que despiertan en raras ocasiones. Hoy en día, todavía quedan dragones dormidos en sus guaridas en las Montañas Espinazo del Dragón y en las cuevas bajo la Forja de Vaul.

Príncipe Dragón de Mark Gibbons Altos Elfos

Tanto montura como jinete portan una resistente armadura de ithilmar, y sus yelmos con crestas de dragón les protegen del mismo modo que las escamas protegen al dragón; y todo su equipo lleva como blasón un ala, una escama o el fuego de un dragón. La armadura de dragón resiste el calor igual que la antigua armadura de Aenarion, pues son forjadas en el corazón del Yunque de Vaul, donde los antiguos encantamientos se unen a la armadura asegurando que ninguna llama menor que los fuegos de Vaul pueda dañarla a ella o a su portador. Un Príncipe Dragón ataviado con su armadura de dragón puede cabalgar a través del fuego, ya sea el aliento de un dragón, la furia alquímica de los Enanos o las llamas corruptas de los viles Skavens sin sufrir daño.

Los nobles de Caledor siempre luchan juntos en estas unidades; se agrupan de esta manera para recordar aquellos tiempos gloriosos de antaño y a modo de recordatorio para demostrar que no han perdido su habilidad con el paso del tiempo. En batalla destacan sobre otros regimientos de Altos Elfos. Estas tropas eligen los lugares del campo de batalla que puedan resultar más peligrosos, en busca de la gloria y de un oponente merecedor de sus habilidades. Son la mejor caballería de Ulthuan y algunos creen que del mundo.

Los Príncipes Dragón se lanzan sobre el enemigo con un desdén arrogante destruyéndolo con sus golpes magistrales de lanza y espada. Los Príncipes Dragón tienen tanta habilidad que se dice que pueden destruir una partida de guerra enemiga más rápido que cualquier otro guerrero de Ulthuan. Siendo capaces de acabar con dos guerreros de un solo impacto de lanza empalándolos con la punta de acero del arma. Las fuerzas del Caos y del mal han vuelto a levantarse una vez más, e incluso el más antiguo de los dragones está desperezándose de su largo sueño. Los Señores del Conocimiento leen los numerosos indicios y prodigios y hablan de una batalla final en la que los Príncipes Dragón volverán a montar sobre estas bestias de leyenda.

El verdadero carácter de un Príncipe Dragón solo aparece durante el combate. La altivez deja paso a la determinación y la arrogancia al coraje. El distante noble que solo desea tener la compañía de sus pares desaparece. En su lugar, cabalga un guerrero que morirá sin dudarlo si su sacrificio salvara a un único habitante de Ulthuan. Solo cuando la batalla se desvanece a los ojos de un Príncipe Dragón, regresa su aspecto de noble de Caledor. El orgullo retorna, dejando a aquellos que han visto al héroe tras la máscara preguntándose si alguna vez llegó a existir.

El Orgullo de Caledor[]

Carga de Príncipes Dragón por Paul Dainton Altos Elfos

Los Príncipes Dragón son considerados los guerreros más arrogantes del ejército del Rey Fénix. Su sentimiento de superioridad hacia cualquier otro soldado de Ulthuan es tal como para considerar que no tienen nada en común con ninguno de ellos. Haciendo poco caso a las órdenes que reciben, hasta incluso llegar a considerarlas meras sugerencias. En muchos guerreros, esta arrogancia sería peligrosa, pero en el caso de los Príncipes Dragón, este orgullo surge de la seguridad de conseguir su objetivo y de un juicio marcial sobrenatural.

Tal es la arrogancia de los Príncipes Dragón que sus estandartes permanecen erguidos mientras los del resto de las tropas se bajan ceremoniosamente para rendir pleitesía al Rey Fénix antes de iniciar la batalla. De hecho, decir que tienes la arrogancia de un "Príncipe de Caledor" es un insulto común entre los Altos Elfos de otras tierras.

Si se ven obligados a comentarlo, los Príncipes Dragón reivindican que esta costumbre se remonta a la época del reinado de Caledor I el Conquistador, cuando se hacía como una señal de respeto por su noble sacrificio. Dicen que de ellos no depende cancelar la palabra de Caledor. Esta acción supondría una falta de respeto al linaje de los Reyes Fénix mucho mayor que diez mil estandartes erguidos.

Otros señalan que incluso antes de que Caledor les otorgase esta bendición, los Príncipes Dragón ya se negaban a bajar sus estandartes.

Miniaturas[]

Imágenes[]

Fuentes[]

  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (6ª Edición), pág. 9.
  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (7ª Edición), pág. 57.
  • Ejércitos Warhammer: Altos Elfos (8ª Edición), pág. 47.
  • Total War: Warhammer II.
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